Play&Train y ACED comparten una jornada de baile para mostrar El Impacto Transformador de la Danza hacia la inclusión
Este sábado 26 se llevado a cabo una una jornada de danza inclusiva, donde la diversidad se ha celebrado a través del movimiento. El equipo de Play&Train, junto con la profesora de baile Naty, se unieron a la Asociación Canaria de Escuelas de Danza (ACED) para celebrar el segundo encuentro de Endanza2, un evento donde las diferentes Escuelas de Danza de la isla de Fuerteventura han compartido conocimientos, experiencias y, sobre todo, la magia de la danza entre tod@s l@s participantes
Mapi De La Fuente, Tesorera de la Asociación de Danza ACED, enfatizó la belleza de la danza inclusiva como una expresión de la diversidad humana. «Es una danza especial para incluir a todas las personas con su diversidad», declaró Mapi, subrayando la importancia de aceptar y celebrar las diferencias en el mundo del baile.
Jaime Urcioli, director de la Compañía de Danza Complutum, compartió su visión apasionada sobre la danza como un lenguaje universal que trasciende las diferencias. «La danza es un enriquecimiento personal que nace desde el corazón», destacó Jaime, resaltando la importancia de estos encuentros para explorar la profundidad del movimiento y descubrir la verdadera esencia de cada individuo.
Jaime comparte si visión de como vivimos en un mundo donde la información sensorial a menudo se pasa por alto y como la danza inclusiva nos invita a reconectar con nuestros sentidos, a explorar la memoria emotiva y a celebrar la riqueza de la experiencia humana.
Naty, la profesora de danza de Play&Train, compartió su experiencia en la enseñanza de la danza inclusiva. Con un enfoque en la propriocepción y la conexión con el propio cuerpo, Naty ha guiado a sus alumn@s en un viaje de autoexploración y aceptación. «Es una clase diferente, con menos técnica pero mucho más trabajo de propriocepción», explicó Naty, destacando la importancia de conectar con el cuerpo y superar los miedos a través del movimiento.
Su enfoque en la improvisación y el trabajo con los ojos cerrados, permite a los participantes ampliar sus límites y conectar más profundamente con su ser interior.
Estos encuentros no solo fomentan la integración física, sino que también promueven el desarrollo emocional y la inteligencia emocional. A través del movimiento, los participantes exploran sus emociones, superan barreras y se conectan más profundamente consigo mismos y con los demás.
Para las personas con discapacidad, la danza no solo es una forma de expresión, sino también un camino hacia la inclusión y la autoaceptación. Al participar en actividades inclusivas, como la jornada de danza en Tefía, estas personas no solo tienen la oportunidad de explorar su creatividad y potencial físico, sino también de romper barreras y derribar estigmas.
Por otro lado, para l@s alumn@s de diferentes escuelas, participar en actividades donde comparten su pasión por la danza con otras personas, es una experiencia enriquecedora que va más allá del aprendizaje técnico. Estas interacciones les permiten ampliar sus horizontes, aprender un@s de otr@s y desarrollar habilidades sociales y emocionales fundamentales. Al compartir el espacio de baile con personas de diferentes contextos y habilidades, los alumnos aprenden a valorar la diversidad y a trabajar en equipo, habilidades que son esenciales en el mundo actual.
